El Embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, expresó su preocupación respecto a la reforma judicial que se discute en México, advirtiendo que si no se implementa de manera adecuada, podría causar «muchísimo daño» en la relación entre ambos países.
Durante una conferencia de prensa, Salazar fue interrogado sobre el posible impacto de dicha reforma en la cooperación bilateral. Aunque subrayó que respeta la soberanía de México, indicó que las inquietudes manifestadas no deben interpretarse como una injerencia en los asuntos internos del país. «La reforma judicial es una decisión del gobierno de México, y respetamos su soberanía. Pero si no se hace bien, puede tener graves consecuencias para nuestra relación. Esto lo digo no solo como embajador, sino porque he recibido preocupaciones de personas que realmente desean lo mejor para Estados Unidos», afirmó Salazar.
El diplomático también desmintió recientes declaraciones de la presidenta electa Claudia Sheinbaum y su futuro coordinador de Política y Gobierno, Arturo Zaldívar, quienes sugirieron que en Estados Unidos los jueces federales son elegidos por voto popular. «No hay ningún juez federal elegido por voto popular en Estados Unidos. Algunos jueces a nivel estatal se eligen de esta manera, pero debemos entender que son sistemas diferentes», aclaró Salazar.
A pesar de estas tensiones, Salazar destacó que la colaboración entre ambos países en temas económicos continúa siendo sólida y esencial para sus pueblos. «El trabajo entre México y Estados Unidos sigue adelante. Los asuntos económicos son cruciales y no pueden detenerse porque alguien se moleste», enfatizó.
El embajador dedicó parte de su tiempo a destacar la importancia histórica de la relación entre ambas naciones, citando los legados de Abraham Lincoln y Benito Juárez. En su residencia, presentó la nueva biblioteca «Dolores Huerta», en honor a la activista por los derechos de los migrantes, y reveló las habitaciones temáticas dedicadas a Lincoln y Juárez, símbolos de la amistad entre ambos países.